Retratos.
Nunca pensé exponer retratos. Hasta 2012. En esta fecha empecé, ignorando si llegarÃa al resultado que deseaba.
El Rey de trébol fue el primero, seguido de Ellos, lo que desencadenó una cascada de ideas. Tuve la curiosidad de indagar en mis maletas y cajones en busca de obras más antiguas de representaciones de esta técnica.
No son retratos al pie de la letra pues limitarÃan mi creatividad. Esta exposición es, de alguna manera, una première para mÃ.
La imagen pequeños retoques del cuadro de Lucas Cranach va acompañada de una carta que añado aquÃ:
Estimado Lucas Cranach,
Por esta carta le testimonio mi admiración por el conjunto de su obra. Sin embargo, tengo una objeción a esta representación: y es que Adán y Eva tendrÃan que carecer de ombligo, ya que no nacieron de madre alguna.
Es asà como me permità – con gran cariño y muy sutilmenteÂ-- eliminar esa cicatriz de su cuadro, utilizando sus pigmentos y pinceles de marta, tal como usted lo habrÃa hecho.
Espero su comprensión y su sonrisa ante semejante travesura. No suplico una respuesta a mi carta, y no sigo por temor a cansaros.
Su segura servidora,
Ida Casarin
Ronda, primavera 2014
Portraits
I never thought to exhibit portraits. Until 2012, this is when I started, not knowing whether to reach the desired result.
The king of clover was the first, followed by Ellos, triggering a cascade of ideas. I had the curiosity to search in my bags and drawers for older works that represent these ideas.
These are not portraits as you would expect, as that would limit my creativity. This exhibition is somehow a premiere for me.
Lucas Cranach slightly retouched is accompanied by a letter (attached)
Esteemed Lucas Cranach,
May this letter bear witness to my admiration of your work in its entirety. Notwithstanding this my objection to your representation of Adam and Eve: they ought to lack a navel given that neither was of mother born.
It is for this reason that I have taken the liberty - with the greatest affection and subtlety - of eliminating these marks from your painting, using a marten brush and the same pigments that you would have used.
I pray for your understanding and your good humour in the face of such mischief.
I ask not for a reply to this letter which I now end for fear of wearying you.
Your assured servant,
Ida Casarin
Ronda, Spring 2014